martes, 8 de septiembre de 2020


Y cuando empezaba a olvidar, mí cabeza volvió para atrás. Desde hace días que no dejo de pensar en eso que ya quedó bien atrás, en eso que me destruyó y no merece la pena hablar. Un sabotaje más, cómo en among us, solo que yo soy mi mismo impostor.
Solo logro reír y estar bien, cuando estoy en sociedad, en la soledad solo me sale llorar. Justo yo, que vivía riendo y cantando, hoy solo tengo ganas de gritar, son gritos mudos como el sonido que hace un árbol al caer en el medio de la nada.
Abrí mí hogar, mí corazón, aún cuando estaba en reparación y hoy solo tengo todo un poco más roto. Pensé que era mí lugar y solo era una mentira, no hay mejor lugar que uno mismo.
Sigo llorando por lo mismo, aunque tantas veces escribí que ya no más, ni una lágrima o escritura más. Tengo que seguir y ya no sé cómo, ya es un impulso de tanto tiempo, otra vez me perdí, deje tanto y me cargue de tantos miedos ajenos.
 Leí por ahí, la capacidad de dar se tiene que ver recibida, sino es solo dejar, abandonar y por eso duele tanto cuando pasa, porque uno da lo que es, da su interior.

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