Y como un golpe, no de suerte, uno cae o al menos para un segundo para contemplar el paisaje. Aunque solo es un camino sinuoso con espinas y mierda, uno mira hacia atrás para recordar lo ya pasado. Si se mira para adelante el camino tampoco es muy alentador, pero ha pasado tanto tiempo de caminata que no se puede detener. El impulso termina siendo la sinergía de los pasos anteriores, del nunca haberse detenido. Así va uno, a veces con la energía de la continuidad y rutina, otras veces, más bellamente por convicción y rumbo.
De cualquier forma hay que avanzar porque el pasado no puede lastimarte, pero si arruinar tu presente.
Aunque ya no recuerdo con tantos detalles, sigo sintiendo, luego de pasar por tantas tormentas estos últimos días. Es hora de descansar, de ya no correr en plena oscuridad y solo esperar a que amanezca.
En algún momento escribí "...Porque te recuerdo tal vez alguna noche te olvide y sigue sonando nuestro rock and roll, lo cambio a uno mejor y con un faso y una guitarra ya me olvido de vos..."
Y cumplí, ya ni recuerdo por qué fue que lo escribí.
