Estoy pasando por momentos bastante complicados, intentando sentir un poco, intentando ser feliz, salir adelante, fingir que todo va bien, que no tengo problemas.
Y a veces me quiero ir lejos, muy lejos. Ahí donde no haya nada, dónde estoy solo y tranquilo, dónde no soy alguien más, simplemente soy. Cuesta creer que la mejor solución es aislarme, que no sepan de mi, que no existo, que me he ido de verdad y para siempre. Aprovechando que el para siempre no dura tanto, que de repente es un rato, igual que antes.
Muerto por dentro, pero de pie. Cómo un árbol
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